Un día de Avistamiento por el río Matarraña, 3

Nos internamos un poco en la campiña arbolada. Allí permanecen algunos campos de melocotones, denominación Calanda, algunos viñedos y viejos almendrales, cuando no abandonados, olivos y prados para los pocos ganados que quedan. 


También quedan los esqueletos de numerosos frutales: membrillos, cerezos, higueras, ciruelos, nogales, ... los antigüos zarzales se han visto crecidos y aumentados, componiendo una vegetación espesa, seca y pinchosa, nada que ver con lo que es una campiña bien cuidada, como todavía se puede ver en algunos campos productivos.


Pues bien, en las ramas secas de un viejo frutal abandonado, entre estas teselas de campiña abandonada, captamos a una Abubilla (Upupa epops), en pleno canto de celo.  

La Abubilla sin embargo, encuentra el lugar ideal: alimento en forma de insectos, lugares donde posarse y tranquilidad para sacar su cría adelante. 

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