A los 1.000 metros...

...encontramos espacios abiertos, conforme hemos ido ganado altura. En las umbrías el pinar desaparece para dar paso a pequeñas manchas de encinas. Además, roquedos, acantilados y farallones tambien se insertan en el bosque, proporcionando diversidad de hábitats para su fauna. La orientación también influye así como las pequeñas fuentes. El caso es que encontramos mucha mayor cantidad y diversidad de pájaros. El campeón sigue siendo el Carbonero Garrapinos (Parus ater), seguido a poca distancia del Pinzón (Fringilla coelebs). Se hacen notar con fuerza los Agateadores Comunes (Certhia brachydactila) y los Herrerillos Comunes (Parus caeruleus). 

Dependiendo de condiciones muy concretas aparece algún Petirrojo (Erithacus rubecula), Carbonero Común (Parus major), Curruca rabilarga (Sylvia undata) y Mosquitero Papialbo (Phylloscopus bonelli). La Comunidad se enriquece.


Si salimos al campo, El Monte Mediterráneo nos muestra parte de sus atractivos, que son muchos. 

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