Compartiendo territorio


El celo también ha llegado a las partes más altas de la montaña mediterránea. El Carbonero común y el Colirrojo tizón son los primeros que defienden territorio, desde mediados de marzo hasta mediados de abril. Cada uno defiende su microterritorio contra miembros de la misma especie, pero no les importa compartir un bloque de caliza (que en el pedregal, destaca como un cerro en un llano), con miembros de otras especies ya que no suponen peligro alguno. El Carbonero es más ágil e inquieto y defiende un territorio más "grande" y más diverso. Un grupo de Colirrojos, machos y hembras, ocupan unos cuantos metros cuadrados de roca madre, pedregales y enebros cupresiformes. Allí los machos se yerguen, se persiguen correteando o mediante vuelos cortos, mientras las hembras miran y escogen.





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